Actualmente, vivimos en una sociedad con decenas de casos de bullying, agresiones y de violencia los cuales están muy presentes en el deporte.
La competitividad, el físico y las faltas de respeto, en mi opinión, son los principales factores que hacen del deporte un ámbito en el cual se dan las situaciones mencionadas anteriormente.

Hablando de la competitividad, es muy importante que desde pequeños se nos inculque los valores necesarios para que no se maltrate ni física ni psicológicamente a tus compañeros de equipo u oponentes.
En relación al respeto y físico de un deportista, podríamos destacar la visión de algunos hombres hacia la mujer como objeto. Por ejemplo, la cosificación que puede sentir una gimnasta a ojos de un hombre que solo la ve como algo elástico para fines sexuales. Así mismo, esto se da también de mujeres hacia hombres: más fuertes son, más atractivos se ven. La mayoría de los deportes, conlleva una forma de vestir cómoda o llamativa, esto hace que gran parte de sus seguidores solo lo sigan por el mero hecho de ver un espectáculo visual, en vez de ver el esfuerzo y la dedicación. Estos deportistas se ven sometidos a una serie insultos o vejaciones en su día a día, redes sociales, en el campo, tapiz... En algunos deportes, como el baloncesto en EEUU, existen las llamadas "cheerleaders", las cuales se suelen ver como bailarinas sexys en vez de verse como atletas, haciendo en su mayor parte, acrobacias con alto nivel de dificultad. A día de hoy, sería imposible erradicar la violencia y las faltas de respeto en el deporte, pero si se podrían llevar a cabo una serie de pautas para su reducción. Los jóvenes deportistas deben tener incluidos en sus planes de entrenamiento el trabajo en equipo, el respeto hacia el oponente, la confianza en sí mismo, el control de la ansiedad, etc. Me gustaría hacer hincapié en el entrenador como referente, así como la familia. Se deben complementar entre sí para conseguir un fin conjunto: educar al niño desde pequeño en el respeto hacía sí mismo y hacia sus compañeros. Muy importante, castigar la mala conducta, los comentarios ofensivos o despectivos hacia compañeros. Propongo hacer una lista de conductas que se deben castigar o reforzar, la cual se aprenderán de memoria. Les será más sencillo darse cuenta de esos comportamientos para poder actuar adecuadamente. Las familias tienen el deber de dar ejemplo, dejando a un lado los posibles malentendidos con el entrenador, equipo oponente. Se debe hacer desde el respeto en privado, no "montar espectáculos" desde las gradas o insultar a el árbitro. Desde mi experiencia personal, estos tipos de comportamientos los tengo muy presentes, ya que mi padre fue árbitro durante 8 años, y ha sufrido amenazas, maltrato físico y psicológico, no tanto por parte de jugadores, si no por parte de los familiares de estos.

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Desde mi punto de vista, no estoy de acuerdo con las afirmaciones que se desarrollan en el artículo. Pienso que es demasiado extremista decir “es la guerra sin tiros” refiriéndose al deporte. Para mí, existen dos puntos de vista: Por un lado, los deportistas competitivos que solo quieren ganar y no les importa de que manera lo consigan, y por otro lado, los deportistas que respetan y admiran a sus oponentes. Por ello, nunca enseñaré a mis futuros alumnos la competitividad como concepto negativo, es decir, les haré ver que se puede ganar sin trampas y sin insultos haciendo del deporte, un juego limpio. En el deporte, no siempre se gana, también se pierde. Así que, a los más jóvenes hay que enseñarles a no pelearse con el oponente ganador y a tener compañerismo en situaciones de derrota.

A mi modo de ver, los seis tipos de violencia en el deporte como son la violencia física y psicológica, acoso entre Iguales, abusos sexuales, machismo, racismo y xenofobia y LGTBI-fobia; todos ellos son muy importantes y degradantes. Sin embargo, el más desagradable para mí son los abusos sexuales ya que los considero difíciles de olvidar. Suele haber casos en niñas y niños de edad temprana y por ello, los beneficiarios de éstos delitos sexuales, suelen ser personas mayores que niegan dichos actos. Para un niño/a, es difícil llevar esta situación puesto que son más vulnerables y no son capaces de manifestarse a sus familiares ni de denunciarlo a las autoridades. Grandes deportistas de élite, como son la patinadora surcoreana Shim Suk-hee o Gloria Viseras exgimnasta, no denunciaron cuando sufrieron abusos sexuales por parte de sus respectivos entrenadores hasta que han sido mayores y se han atrevido a contarlo. Este miedo que subyace en los deportistas, al temor de ser excluido, ridiculizado o ignorado, hay que intentar hacer ver a la población que no será así. Para ello, existen campañas contra la violencia de género como cita el artículo “tolerancia cero” para que toda persona que se sienta maltratada pueda ver que no es la única y que hay que ponerle fin. Esta campaña, conciencia a las personas a que deben de denunciar en dichos casos y no quedarse calladas/os sin hacer nada al respecto. Un punto que me ha llamado la atención del artículo es la existencia de un teléfono contra la violencia en el deporte. Me parece una idea totalmente adecuada ya que hoy en día, el dispositivo móvil es el medio de comunicación más usado y con un solo mensaje ya puedes ponerte en contacto de manera confidencial con expertos de WATS Team.

Las bases éticas, filosóficas y morales que subyacen al deporte, son a mi parecer totalmente opuestas a la violencia. En las escuelas y en casa se intenta erradicar con este concepto negativo que provocan o amenazan con hacer daño a un individuo. La violencia, nace en las calles dónde no puedes controlar al niño y aprende lo que ve. En conclusión, este artículo me ha hecho reflexionar para darme cuenta de los problemas tan grabes que existen en la sociedad y que hay que acabar con éstos por medio de campañas contra la violencia y el acoso.